Como ya se ha mencionado, el tema de la extorsión en el departamento del Quindío y principalmente en su capital, han disminuido significativamente gracias a las arduas labores de la Policía Nacional, quienes por medio de sus distintos operativos y estrategias, han logrado la eliminación y captura de varios personajes que hacen parte de bandas delincuenciales dedicadas a este flagelo.
A pesar de estos hechos positivos, la extorsión sigue siendo uno de los delitos más comunes, y en donde no todos son identificados por falta de denuncias por parte de las mismas víctimas, quienes por miedo a represalias contra su vida o la de sus familias, prefieren callar y seguir siendo sometidos a estos vándalos.
Caso que no ocurrió con el dueño de un taller que durante este fin de semana fue sometido a extorsiones por parte de dos individuos de 26 y 28 años, quienes desde el día viernes en la noche le habían solicitado el permiso para dejar su motocicleta guardada en el taller ubicado en el barrio Los Álamos, mientras se dedicaban a consumir bebidas embriagantes. El día sábado uno de ellos regresó por la motocicleta sin ningún problema. Pero a partir de ese momento, comenzó a recibir llamadas de los mismos victimarios argumentando que no les había entregado la moto y que se iba a meter en problemas si no respondía por ella. Incluso recibió la visita de estos mismos, quienes dentro del taller lo intimidaron con un arma de fuego, exigiéndole la reposición en dinero de lo que valía la moto, aproximadamente tres millones de pesos, a cambio de no atentar contra su vida.
Fue así como el día domingo, en horas de la tarde, el propietario del taller se acerca a las instalaciones del GAULA para declarar y denunciar el caso, siendo posteriormente acompañado por personal de la policía hasta el taller, justo a la hora que había quedado con los delincuentes para entregarles el dinero. En el sitio y mediante plan antiextorsión, se dio captura a los dos individuos, quienes se les imputará los respectivos cargos judiciales.
Por su parte, la misma Policía Nacional, invita a toda la ciudadanía a que denuncien y no se queden callados. Y aunque en la capital quindiana, así como en Montenegro, La Tebaida y Quimbaya, la extorsión ha disminuido gradualmente, el temor y silencio son los mayores alimentadores de este flagelo, por lo tanto de todos depende la erradicación de esta problemática.